Hay un cambio de estación y por tanto de tendencias con todo lo que significa.
Si, esto quiere decir que nosotros como profesionales estamos muy contentos porque lo que hemos visto en las pasarelas más importantes del mundo es como destacaron un matiz que definió el inicio creativo de nuestra marca, el metal.
En las tres ciudades más representativas de la moda se vio gestionar un conjunto de brillos simulando metales y nos pareció genial ver el acento de las siluetas en forma de reflejo que aporta la seda, el lamé, el satén, los bordados o terciopelos tornasolados, con los patrones perfeccionados por los diseñadores que viven un momento único por la unión de la entre el arte y la técnica –como muestra de inspiración quiero recordar el paso del brillo del Glam-Rock que lució David Bowie hasta la transformación transgresora en 1976 del punk con los Sex Pistols a la cabeza y sin olvidar a otros tan importantes como The Boomtown Rats y T. Rex–
Toda esta tendencia de brillo metalizado hace de base para integrar al cabello dentro de esta corriente como un elemento más, aportando estos matices con la armonía necesaria y el buen gusto que se espera, si extraemos el brillo de tres metales como el oro, la plata y el bronce tenemos cuanto necesitamos para dotar de un matiz diferenciador como el oro para el dorado, la plata para los claros o extra claros con motivos ceniza y el bronce para los marrones con todas sus variantes, una vez hechas las combinaciones adecuadas alcanzamos los reflejos más cálidos, el brillo distinguido o como enfriar una imagen ultra moderna.
Quedaros con estas ideas y pronto veréis diferentes propuestas en revistas y TV casi siempre con nombres compuestos que incluyen un Silver, Gold o Icy Browm, (tranquilos que son los de siempre), cuando no suena bien ¡chas! Se pasa al ingles y ya es nuevo y moderno, se trata de los tres metales conjuntados con la ropa que nos harán disfrutar de una vida social activa, que es tan propia de este Madrid divino.